Cap. 1
Hipnotizado
Inglaterra, 1912
Una noche llena de tristeza, de tinieblas parece como si nadie viviera en ese lugar, todo lleno de obscuridad, ella no dejaba de llorar mientras caminaba por las calles vacías, sola no hay nadie en ese pueblo todos han muerto y todo por su culpa ella lo sabe, sabía que pasaría, sabe que sola se quedará, sabe que para ella no existe el amor, solo la soledad, mira los cadáveres mientras camina, trata de ser fuerte y olvidar todo, no sabe a dónde ir, quiere escapar de su destino. Sabe que donde ella vaya destrucción abra y volverá a su triste realidad, donde no hay nadie nada más la soledad.
Canadá 1995 (época actual)
ella mira de nuevo tras la ventana tratando de volver a conciliar el sueño, pero no puede todas las noches son iguales, el mismo sueño su pasado no lo puede olvidar despierta sudando, quisiera ser normal pero sabe que no lo es, es de madrugada, respira profundamente tratando de calmar el ritmo de su corazón, han pasado 83 años desde eso, ella sigue igual, no han pasado los años en su apariencia sigue pareciendo una joven de 18 años aunque no sea normal, ella cambia de lugares por un tiempo, esta vez esta en Canadá su lugar favorito.
Se levanta de su cama, camina hacia la cocina abre el refri y saca un poco de agua, ella tiene una sed insaciable, toma un poco de agua, deja el vaso en la mesa, mientras camina para volver a su cama, se acuesta y mira el techo tratando de dormir, esta vez lo consigue, solo se escucha su último suspiro antes de volver a soñar.
Suena el despertador temprano como todos los días, extiende su brazo para alcanzarlo y apagarlo, después abre los ojos lentamente y se levanta, camina directamente al baño y se da una ducha corta, después busca su uniforme para ir a su trabajo, agarra algo del refri y come rápidamente, abre la puerta y se da cuenta que esta el día nublado que lloverá, toma su bolso y sale, camina hacia su trabajo, hasta que llega, es un restaurante, el cual es acogedor, sus paredes de madera, hace que se vea hogareña, entra y mira que sus compañeros ya llegaron rápidamente deja sus cosas en su lugar, y mira hacia la puerta que es de vidrio en donde hay un letrero que dice abierto.
Rápidamente comienza a llegar gente como todos los días, se acerca hacia una mesa y les da las cartas, espera a que los clientes lean la carta y pidan, ella comienza a apuntar en su libreta y se va hacia la cocina para dar las ordenes de las personas, y así es como su día empieza, ella es una mesera del restaurante DUSK mientras va de mesa en mesa, mira por la venta y ve como empieza a llover, una sonrisa sale de su rostro, ese rostro que siempre muestra tristeza e inseguridad.
Ella miro rápidamente el reloj y se dio cuenta que había acabado su turno, agarro sus cosas mientras se dirigía hacia la puerta…
Lentamente abría los ojos, mientras escuchaba su alarma que ponía todos los días con el brazo trato de encontrar su alarma pero al tratar de alcanzarla, esta se cayó al suelo.
-rayos- dijo con enojo, mientras se levantaba a apagarla
Rápidamente se metió a su baño, y se dio una ducha mientras se bañaba, recordó lo que había soñado…
Estaba en un lugar obscuro, no podía ver nada, de pronto se alumbra un camino, el comenzó a caminar y de pronto voltea y ve a una chica, solo que no recordaba su rostro como en los demás sueños, el, la veía hipnotizado, solo que la chica desaparecía en la obscuridad, el, la trataba de seguir y luego se dio cuenta que no había nada, se cae a un vacio profundo…
Lentamente abrió los ojos después de recordar ese sueño que había empezado a tener hace unos días, lo extraño es que no recordaba el rostro de la joven, el tenia curiosidad de saber de quién se trataba. Salió del baño y se vistió, miro el reloj y vio que se le hacía tarde, tenía una entrevista de trabajo, corrió hacia la cocina y miro el refri donde encontró una nota:
*recordatorio*
Pasar por los libros.
-cierto- decía mientras abría el refri y tomaba algo de leche
Abrió su puerta y agarro sus llaves, rápidamente cerraba mientras corría por los corredores.
-señor, lloverá esta tarde, es mejor que se lleve un paraguas- decía el portero mientras le extendía un paraguas
-oh, gracias Philips- dijo mientras agarraba el paraguas
-de nada señor-
-Philips, te he dicho muchas veces que no me digas señor, me haces sentir, viejo, tan solo tengo 20- decía mientras reía
-lo siento joven dylan-
-no, solamente dime dylan- decía mientras abría la puerta y buscaba su auto con la mirada, sacaba sus llaves y se metía a su auto, arranco y se dirigió a su entrevista de trabajo.
-eii Emily, si quieres te puedo llevar a tu casa, se ve que lloverá esta tarde- decía un chico mientras corría hacia ella
-am- hizo una mueca –no Jake, es muy lindo de tu parte, pero prefiero caminar, gracias- decía mientras abría la puerta y se iba.
Jake era un compañero de Emily y desde que ella entro, el ha estado enamorado de ella pero, Emily prefiere no hacer amistad con nadie, tiene miedo de que se vuelva a repetir todo.
Emily caminaba mientras que siente unas gotas caer sobre ella, mira hacia el cielo y ve como se empieza a nublar, una sonrisa sale de su rostro, a ella le encantan esos días en los que llueve, mientras camina empieza a llover mas, mira a su alrededor y todas las personas llevan paraguas excepto ella, que prefiere mojarse, no le importa nada, de pronto mira una biblioteca, y se dispone a entrar cuando choca con alguien…
Salió de su entrevista un poco desanimado, ya que le dijeron que lo llamarían igual que en los demás entrevistas y nunca lo hicieron, trataba de pensar positivo pero no podía. De pronto comienza a llover.
-genial, no podría ser peor- decía mientras pateaba una lata que estaba en el suelo, el odia esos días ya que se ve el cielo triste, él prefiere los días soleados.
Iba de regreso a su casa, cuando recordó que debía ir por los libros, rápidamente se dirigió hacia la biblioteca que no quedaba muy lejos de ahí. Se bajo y entro a esta, enseguida lo atendieron y se fue corriendo hasta que se tropezó con alguien…
Cuando se dio cuenta sus cosas cayeron al suelo, y también la otra persona.
-fíjate por donde caminas idiota- decía la otra persona
-lo siento es que tenía prisa-
-eso no es excusa- decía recogiendo sus cosas
De pronto al recoger sus cosas, se miraron a los ojos y en ese momento dylan sintió un cosquilleo en su estomago, y cuando la vio se dio cuenta que era ella, con la que había soñado durante varios días. Sus ojos eran mieles y eran imposible no mirarlos algo en ellos hacia que quedará hipnotizado dylan…
